Concebido como Pieza de recambio

He venido leyendo en algunos medios electrónicos, la noticia del nacimiento del primer “bebé-medicamento” en España. Copio a continuación algunos párrafos extraídos de uno de esos diarios

«El nacimiento de Javier (…) ha supuesto todo un regalo para su hermano Andrés, de seis años, que padece una anemia muy grave causada por una dolencia genética, la beta-talasemia. La sangre del cordón umbilical del recién nacido servirá para realizar el trasplante de células progenitoras que necesita el hermano mayor para vivir más allá de los 35 años».

No dudo que la noticia pueda parecer positiva, sobre todo en estos tiempos donde se recurre a la emotividad fácil para juzgar la eticidad de una acción. Quién no puede alegrarse al pensar de que gracias al nacimiento de Javier, podrás vivir Andrés más allá de los 35 años. Sin embargo, hay muchas cosas que no están bien en este hecho. De entrada lo que indigna es que una persona ha sido concebida como mero medicamento, ha sido reducido a un instrumento para lograr la cura de otra.

En el momento de gestación, ¿los padres pensaban en la alegría que Javier iba a traer en tanto que Javier, o en la que traería en tanto que medicamento para salvar a Andrés? Desde su concepción, la existencia de Javier dejó de ser vista como un don para ser entendida como un producto que exigía unas determinadas características –estar libre de la enfermedad hereditaria y ser absolutamente compatible con su hermano- para poder satisfacer una necesidad: poder curar.

Indigna como se puede presentar alegremente a una persona –recién nacida- como objeto, negando en la práctica su condición de persona, su carácter filial. Pareciera que hemos olvidado que «los seres racionales llámanse personas porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es, como algo que no puede ser usado meramente como medio, y, por tanto, limita en ese sentido todo capricho y es un objeto del respeto».(Kant)

Y en todo el proceso de producción, los criterios de calidad estuvieron siempre presentes, tanto para selección a la persona embrionaria Javier como para eliminar al resto de personas embrionarias por no reunir los criterios del control de calidad impuesto. Como se pregunta García Noblejas en su blog: «¿Es cierto que el fin (curar a un niño) justifica producir un medio (hermano-medicamento), que sólo puede «fabricarse» desechando otros medios («hermanos-medicamentos» menos eficaces)?» 

Lo alarmante de esta moderna barbarie no es solo el que se reduzca a la persona a «estiércol para abonar el terreno de la armonía futura» (Dostoyevsky), social, familiar o individual; sino que va logrando hacerlo en términos de aparente asepsia moral, de logros de la humanidad que hay que celebrar, y posar alegres para la foto. Como prueba para esto último basta ver el comentario que una lectora deja al leer sobre esta noticia: «mi familia esta pasando por una enfermedad muy parecida se llama BLACKFAN DIAMOND (anemia). Estamos en proceso de investigación si los padres son portadores de esta enfermedad, si esto fuera así tendremos que hacer un niño medicamento». (las negritas, evidentemente, son mías)

3 thoughts on “Concebido como Pieza de recambio

  1. Después de mucho vuelvo a dejar un nuevo comentario y entre tantos artículos publicados, me ha llamado mucho la atención éste, al ver cómo se puede sugerir entre otras cosas la posibilidad de manipular a la persona, digna desde su concepción por ser tal, y tenerla a bien, siempre y cuando «sirva para» y no por sí misma. Me pongo en el lugar de Javier y me imagino cómo dentro de unos 15 años podría sufrir al saber que no fue «sólo» resultado del amor de sus padres, sino también de la «necesidad» de salvar a su hermano, y se necesitan pocas entendederas (como diría un sacerdote docto y santo que conozco)para saber cómo se sentirá cualquier persona al saberse creada para ser útil para algo y no fin en sí misma. Es muy dañino pensar, a su vez, en cuántos han tenido que padecer el asesinato, pues no fueron considerados «embriones potentes» para el desarrollo de determinadas células y al verse inservibles, simplemente se desecharon; si de algo estamos seguros es de los límites que en este tipo de acciones posee la ciencia y nadie nos podrá decir que al primer intento nació Javier. No le busquemos 3 patas al gato, sólo asumamos el tipo de manipulación de la que ha sido objeto Javier y el asesinato de tantas personas inocentes (me aventuro a decir que no fueron menor a 10 el número de ellas).

  2. Dices que:

    «… Desde su concepción, la existencia de Javier dejó de ser vista como un don para ser entendida como un producto que exigía unas determinadas características –estar libre de la enfermedad hereditaria y ser absolutamente compatible con su hermano- para poder satisfacer una necesidad: poder curar. …»

    Sólo citas lo que aparece en los diarios, que de por si ya sabemos que tipo de «noticias» publican. ¿Has hablado con los padres? ¿Has vivido su dolor? ¿Has sufrido y sonreido con ellos? ¿O sólo teorizas? ¿Y si ya tenian previsto tener otro hijo? ¿En que te basas para decir que no lo querrán?

  3. Eso también estaba pensando, alguien ha tomado en cuenta la opinión de los padres? No solo para ayudar al hermano (que tampoco tendría nada de malo), y estoy segura que, aunque la decisión haya sido finalmente tomada por no dejar morir al primero (perfectamente razonable), ellos amarán al segundo no sólo por salvarle la vida a su hermano sino porque también es hijo de ellos.

    Las personas en el fondo, no son tan malas…

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