Víctor Andrés Belaunde: Biografía Y Trayectoria Intelectual (I)

Raúl Porras Barrenechea en 1944, en un homenaje a Víctor Andrés Belaúnde, lo describió como “una de las más preclaras inteligencias del Perú actual”. Belaúnde tenía en ese momento más de 60 años, había realizado una reconocida carrera diplomática y una menos reconocida –y en esos tiempos hasta discutida- carrera intelectual y política.

Belaúnde había nacido en Arequipa un 15 de diciembre de 1883, el mismo año en que concluía la Guerra del Pacífico. La infancia de Víctor Andrés Belaúnde giró en torno al hogar y el colegio. Realizó estudios en el colegio San Vicente de Paúl que dirigía el sacerdote Hipólito Duhamel. Allí se daría su primer encuentro con Los Pensamientos de Pascal, autor decisivo en la constitución de su pensamiento, y El Genio del Cristianismo de Chateaubriand. Al padre Duhamel debería, como él mismo reconoce en sus memorias, la educación en “sentimiento religioso, disciplina de trabajo, rigor lógico, precisión matemática, afición a la literatura latina y francesa, acendrado cultivo de la española, ritmo litúrgico y sentimiento del paisaje.” Después del cuarto año, continúo estudios con los padres jesuitas en el colegio San José. En sus memorias, Víctor Andrés destaca la esmerada enseñanza en filosofía y ciencias que recibió de los sacerdotes de la Compañía. Por encima de la filosofía tomista que se le enseñaba, “prefería la lectura de Balmes (…). El libro de Filosofía Elemental era como mi breviario y a veces me atrevía a leer algún capítulo de la Filosofía Fundamental”.  

El año de 1899 ingresa a la Universidad de San Agustín de Arequipa para estudiar en la facultad de derecho. En este periodo, sigue con lecturas de autores como Balmes, Lamennais, Lacordaire entre otros. Por sobre todos estos autores, Belaúnde destaca las lecturas que hizo de Los Soliloquios de San Agustín, los Pensamientos de Pascal y las Máximas Epicteto. “Hoy descubro que tuvieron una influencia definitiva en mi vida. Desde esa remota fecha ha conservado mi alma el dulce rumor de la plegaria y el soliloquio agustinianos. Pascal nos hirió definitivamente con su angustia. Y la lectura de Epicteto me preparó misteriosamente a encontrar en las honduras de mi propio yo, teñido todavía de juvenil orgullo, la actitud de serenidad y de resignación ante los embates de la vida.”

En octubre de 1900, con 17 años, Víctor Andrés llegó a Lima. Su padre se encontraba preso acusado de fraude. La prolongada cárcel de su padre, llevó a la familia de Belaúnde a instalarse en Lima y que él hiciera su traslado a la Universidad de San Marcos en abril de 1901.  Cuando Belaúnde ingresa a San Marcos, el ambiente con el que se encuentra era netamente positivista. El positivismo que influyó tanto en el Perú no era de corte comtiano, sino que se basaba más en los planteamientos evolucionistas de Spencer, Boutroux, Guyau y Taine. Tanto en su versión académica conformada por pensadores como Javier Prado, Mariano H. Cornejo, Manuel Vicente Villarán; como en su versión más literaria y artística –representada por González Prada, el positivismo fue entendido como una reacción contra una educación sectaria y dogmática. 

Como observará muchos años más tardes, el positivismo no dio todos los resultados que se esperaba de él, porque se dio más importancia a las hipótesis y doctrinas del positivismo que a la aplicación del método en la realidad nacional. “Si la Universidad hubiera seguido no las corrientes positivistas sino el método positivo, el resultado habría sido fecundo para nuestra cultura”. Pero el positivismo devino en un estudiar la doctrina, cayendo en un dogmatismo a la moderna, que produjo un filosofismo y un afán cientifista.  “En mi diario de ese año apunté que había comenzado la lectura de Los Primeros Principios de Spencer, el libro esencial de esa época. Me sedujo por su claridad, más que por su profundidad. (…) Era una posición fácil y cómoda, una resignación ante el misterio, relegado a la esfera de un respetuoso sentimiento. (…) La religión quedaba en la penumbra. (…) La doctrina de Spencer fue un hallazgo resignado y triste, una acomodación, sin pena y sin gloria, de mi espíritu a la intelectualidad del ambiente”. De Spencer, quedaría en Belaúnde, una vez superado el positivismo, la visión evolutiva de la sociedad y la realidad.

2 thoughts on “Víctor Andrés Belaunde: Biografía Y Trayectoria Intelectual (I)

  1. Hola, me gustaría saber dónde puedo encontrar ésas declaraciones de Belaúnde sobre sus estudios. Saludos cordiales

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